La otoplastia es una cirugía en la cual se resuelven las deformidades de la oreja; estas pueden ser muy variadas desde la ausencia total de la oreja (microtia) a simplemente una proyección muy notable de la misma por la ausencia del antehelix. La otoplastia más frecuente es la operación de orejas despegadas.
La otoplastia se realiza bajo anestesia local y sedación, y sin ingreso, previo preoperatorio valorado por el anestesista. La duración es aproximadamente de una hora. Si se trata de niños la anestesia empleada es general y la primera noche la pasará en el hospital. Deberá llevar un vendaje unos días y evitar esfuerzos. En menos de dos semanas hará vida completamente normal, excepto determinados deportes que deben esperar cerca de un mes.
Aún así, el resultado final no será valorable hasta pasadas unas semanas cuando la inflamación haya remitido y el tacto del pabellón auricular sea más natural.
Le pediremos que lleve una banda (a modo de cinta de tenis), durante tres semanas, de fácil “camuflaje-adorno” en las mujeres y más visible en los varones (suelen optar por una gorra o pañuelo). Después de este período sólo tendrá que colocársela por la noche un mes más.
Una vez finalizado todo el proceso sus orejas tendrán un aspecto completamente normal, nadie notará que se las ha operado.
Siguiendo las indicaciones adecuadas no. Si ocurre alguna complicación o falta de reposo es posible. En esta cirugía los resultados son definitivos, es decir, una vez operadas, permanecen así de por vida.
Se quedarán ambas pegadas. Pero si existe una asimetría en la forma o en el tamaño previas, nunca serán exactamente iguales. Una vez pegadas no será perceptible esa desigualdad si no es extrema. Debemos tener en cuenta siempre que se operan órganos bilaterales que no existe la idéntica simetría entre las dos partes del cuerpo en ningún caso.
Debe valorarse en consulta cada caso personal. Muchas veces el paciente decide teniendo en cuenta que cuando una oreja está operada y la otra no, el aspecto postoperatorio puede ser diferente en una y otra. Obviamente si una está muy bien, no debe operarse. El cirujano le asesorará apoyado en imágenes.
No, se corrige la deformidad despegada pero el tamaño en sentido longitudinal no varía.
Sí, de hecho se hace con unos resultados espectaculares.
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